El Diseño Interactivo: Entre la Experiencia y el Abismo Digital

El diseño interactivo no es solo una tendencia, ni un apartado bonito en el portafolio de alguien que sabe usar Figma. Es la delgada línea entre la conexión y el caos, entre una experiencia fluida y una pesadilla de clicks errantes. ¿Demasiado dramático? Tal vez. Pero pregúntale a cualquier usuario atrapado en un menú mal diseñado si no ha sentido el peso del universo sobre sus hombros.

¿Qué es el diseño interactivo?

El diseño interactivo (o interactive design para los fans de los anglicismos) es la práctica de diseñar productos digitales enfocados en cómo las personas interactúan con ellos. Va más allá de lo estético: aquí se trata de anticipar la acción del usuario, responderle de forma clara y ofrecer una experiencia que se sienta natural, casi mágica.

Piensa en la danza que ocurre cuando tocas un botón y el sistema responde con una animación sutil. Ese momento es diseño interactivo. Cuando escribes tu contraseña y el sistema, con ternura robótica, te dice “¡Muy segura!” con un check verde. Diseño interactivo. Cuando, por el contrario, intentas cerrar un pop-up y accidentalmente te suscribes a tres newsletters… también es diseño interactivo. Pero del lado oscuro.

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